MIÉRCOLES, 3 de agosto (HealthDay News) -- Una prueba sanguínea que evalúa ciertos marcadores en la sangre llamados "autoanticuerpos" se muestra promisoria para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, informan investigadores.
La prueba sanguínea detectó el Alzheimer correctamente en personas que ya habían sido diagnosticadas con el devastador trastorno cerebral con una precisión del 96 por ciento, según los investigadores. La prueba también pudo distinguir quién no tenía la enfermedad en un grupo de control de adultos no afectados con una precisión del 92.5 por ciento.
Aunque expertos externos dijeron que los hallazgos podrían ser otro paso hacia una forma más rápida y fácil de diagnosticar el Alzheimer, advirtieron que todavía falta un largo camino por recorrer.
Los investigadores que desarrollaron la prueba aún no han determinado qué tan pronto en el desarrollo de la enfermedad ésta funciona, por ejemplo, si la prueba podría detectar a personas con las señales más tempranas de la enfermedad o incluso antes de la aparición de los síntomas, señaló el Dr. Aron Buchman, neurólogo del Centro Rush de Enfermedad de Alzheimer del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago, que no participó en la investigación. Señaló que los pacientes evaluados ya habían recibido un diagnóstico de Alzheimer.
"Se trata de trabajo importante que lidera en la dirección hacia la que se dirige el campo", dijo Buchman. "Pero la enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo que se desarrolla durante varios años. La demencia es la etapa final. Este estudio no observó a personas que sufrieran deterioro cognitivo leve [una pérdida leve de memoria que puede avanzar a la demencia] o que tenían patología de Alzheimer en el cerebro pero aún no mostraban síntomas clínicos".
El estudio aparece en la edición en línea del 3 de agosto de la revista PLoS ONE.
En el estudio, investigadores de la Facultad de medicina osteopática de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey (UMDNJ) colocaron gotas de sangre de 50 personas con Alzheimer y 40 sin demencia en portaobjetos llamados "micromatrices de proteína humana". Los portaobjetos contenían más de 9,400 antígenos de proteína humana, alrededor de un tercio de todas las proteínas producidas por los humanos.
Los antígenos estimulan la producción de anticuerpos, y los investigadores hallaron que la sangre reaccionaba a unos mil autoanticuerpos presentes en las micromatrices.
Mientras los anticuerpos regulares son producidos por el sistema inmunitario en respuesta a virus y otros patógenos, los autoanticuerpos son producidos por el sistema inmunitario en respuesta a las proteínas del propio organismo, señaló el autor principal del estudio Robert Nagele, fundador de Durin Technologies, Inc., que está diseñado para comercializar herramientas diagnósticas para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También es profesor de medicina de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey.
Pero nadie está seguro de exactamente qué hacen los autoanticuerpos. Una teoría es que tienen que ver con la eliminación de deshechos, apuntó Nagele.
Los investigadores usaron un sofisticado análisis de computadora para reducir la prueba aún más a diez autoanticuerpos que, cuando se encuentran presentes, podrían predecir cuáles pacientes tenían Alzheimer y cuáles no. También hallaron que la prueba predecía quién tenía Alzheimer y quién Parkinson, otra enfermedad neurodegenerativa, con una precisión del 86 por ciento.
"Sabemos que podemos detectar la enfermedad de Alzheimer en personas que han sido diagnosticadas, pero la pregunta realmente emocionante es si es posible que esta prueba detecte a personas que son presintomáticas", planteó Nagele.
El problema es que incluso si alguien es diagnosticado con la enfermedad cerebral antes de la aparición de los síntomas, no hay ni cura ni tratamiento para detener su implacable avance. Nagele reconoció esta realidad, pero apuntó que los científicos trabajan "sin descanso" para desarrollar tratamientos eficaces.
"Aunque ahora no haya tratamientos, siempre tenemos la esperanza de que pronto surja uno. Si y cuando dicho tratamiento esté disponible, sabemos que un tratamiento temprano siempre es mejor que uno tardío", aseguró Nagele. "Es difícil corregir el daño que ya existe. Sería maravilloso detectar a las personas varios años antes de que tengan síntomas para poder ralentizar o detener el avance de la enfermedad".
Actualmente, la enfermedad de Alzheimer se diagnostica después de que las personas comienzan a tener problemas de memoria u otros cambios inusuales en la conducta. Los pacientes se someten a una entrevista médica detallada, una prueba para evaluar la memoria y a veces una IRM para buscar encogimiento en el cerebro, explicó Nagele.
Nagele busca un socio comercial y solicitará la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. para comercializar su prueba para uso en el diagnóstico del Alzheimer en los próximos meses, dijo.
El estudio fue financiado mediante una inversión en Durin Technologies del Foundation Venture Capital Group LLC, un afiliado de la New Jersey Health Foundation que invierte en compañías iniciales fundadas por investigadores de la UMDNJ. El coautor Eric Nagele es un asesor pago de Durin, y el coautor Benjamin Belinka es director ejecutivo de Durin.
Al discutir la prueba de Alzheimer, Buchman anotó que la investigación dista mucho de ser definitiva. Señaló que la edad promedio de los pacientes de Alzheimer era de casi 80 años, mientras que la de los controles era 40. Eso significa que los investigadores no probaron que los autoanticuerpos necesariamente se relacionaran con el Alzheimer, sino que podrían ser producto de otra cosa, como el envejecimiento.
Thomas Kodadek, profesor de química y biología del cáncer del Instituto de Investigación Scripps en Jupiter, Florida, planteó otra crítica. Aunque los investigadores hallaron una asociación estadística entre la presencia de los autoanticuerpos y el Alzheimer, dijo, la falta de comprensión sobre el propósito de los autoanticuerpos o qué tienen que ver con la demencia podría dificultar la aceptación de esta prueba por parte de los médicos.
"Lo que a un médico le gustaría saber es que se trata de un marcador asociado de alguna manera con la enfermedad en una forma que pueda comprender, como el colesterol y la enfermedad cardiaca", planteó. "En realidad no se sabe qué hacen los autoanticuerpos o por qué están ahí. La mayoría de estas proteínas que se vinculan a estos anticuerpos no tienen una función conocida, y por tanto no hay una conexión mecánica clara con el Alzheimer".
Kodadek también trabaja en el desarrollo de una prueba sanguínea del Alzheimer que evalúa anticuerpos, y tiene problemas similares, comentó.
"Al final del día, ¿es crucial saber cuál es la función de estos anticuerpos? No", contestó Kodadek. "Incluso si no se comprende lo que hacen podrían ser un biomarcador importante. Pero estas cosas no son marcadores claros que sean completamente exclusivos de los pacientes de Alzheimer, que es lo que idealmente se desea tener".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare FUENTES: Robert Nagele, Ph.D., founder, Durin Technologies, Inc., and professor of medicine, University of Medicine and Dentistry of New Jersey; Aron Buchman, M.D., neurologist, Rush Alzheimer's Disease Center, Rush University Medical Center, Chicago; Thomas Kodadek, Ph.D., professor, chemistry & cancer biology, The Scripps Research Institute, Jupiter, Fla.; Aug. 3, 2011,
PLoS ONE, online