Un nuevo estudio ofrece resultados mixtos sobre dos fármacos usados para tratar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, que destruye la memoria.
Aunque los pacientes no obtuvieron una gran mejora mental cuando los médicos añadieron el fármaco Namenda al régimen cuando ya tomaban Aricept, sí hallaron que seguir con Aricept (un medicamento que se receta comúnmente para el Alzheimer en EE. UU.) parecía ayudar.
Los resultados, que aparecen en la edición del 8 de marzo de la revista New England Journal of Medicine, podrían parecer un poco confusos, sobre todo dado que medir los efectos de los fármacos en la vida cotidiana resulta difícil. Sin embargo, el Dr. Robert Howard, autor del estudio y profesor de psiquiatría y psicopatología de la edad avanzada del Instituto de Psiquiatría del Colegio del Rey en Londres, señaló que vale la pena tomar ambos fármacos, posiblemente incluso juntos.
"Aunque estos fármacos no detienen ni ralentizan el trágico curso del Alzheimer, pueden seguir mejorando los síntomas a medida que la enfermedad se agrava", dijo Howard. "Si puede, intente seguir tomándolos. Los beneficios son tangibles, y parecen aumentar a medida que la enfermedad avanza".
Aunque la enfermedad de Alzheimer es incurable, hay varios medicamentos disponibles para tratar los síntomas, como la pérdida de memoria que sufren los pacientes con formas de leves a moderadas de la enfermedad. Sin embargo, no está claro qué sucede a medida que la enfermedad empeora.
En el nuevo estudio, investigadores británicos asignaron a 295 pacientes de Alzheimer moderado a grave a uno de cuatro grupos. Todos estaban tomando el fármaco Aricept (donepezil). Los pacientes siguieron con el fármaco, dejaron de tomar el fármaco, lo dejaron y comenzaron a tomar Namenda (memantina) o siguieron tomando Aricept y también comenzaron a tomar Namenda.
El estudio, que duró un año, fue financiado por el Consejo de Investigación Médica de Reino Unido y la Sociedad del Alzheimer (Alzheimer's Society) de R.U.
Los pacientes que siguieron con Aricept mostraron menos discapacidad que los que no. La mejora equivalió a unos tres a cuatro meses de declive, apuntó Howard. "Se trata de una diferencia notable para pacientes, cuidadores y médicos".
Sin embargo, tomar ambos fármacos no pareció conllevar ningún beneficio significativo. Esto contradijo a un estudio anterior que halló que había un beneficio, señaló el Dr. Lon Schneider, profesor de psiquiatría, neurología y gerontología de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, quien escribió un comentario que acompañó al estudio.
Tolerar Aricept puede ser difícil. Alrededor de la mitad de los que lo toman dejan de hacerlo debido a los efectos secundarios, explicó Schneider. Los efectos secundarios incluyen anorexia, pérdida de peso, problemas cardiacos y agitación.
Los hallazgos se pueden interpretar de varias formas, dijo Schneider. El estudio provee evidencia para respaldar la continuación de Aricept, dijo, y sugiere que quizás no sea necesario comenzar con Namenda.
Schneider planteó que duda que la investigación tenga un impacto importante al reducir la frecuencia con que se recetan los fármacos. Pero los hallazgos permiten a las personas comprender qué tanto efecto podrían tener los pacientes si renuncian a Aricept, anotó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Robert Howard, M.D., professor, old age psychiatry and psychopathology, Institute of Psychiatry, King's College London, U.K.; Lon S. Schneider, M.D., professor, psychiatry, neurology and gerontology, Keck School of Medicine, University of Southern California, Los Angeles; March 8, 2012, New England Journal of Medicine
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