Diario Médico | |
martes, 08 de marzo de 2011 | |
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Dos estudios han derivado CM embrionarias en neuronas perdidas en Alzheimer y CM dérmicas en neuronas afectadas de Parkinson. La conversión de células madre en células relacionadas con la neurodegeneración está de enhorabuena. Dos estudios que se publican en Stem Cells y en Cell Stem Cell permiten un paso al frente en el conocimiento de dos de las principales patologías neurodegenerativas. En el primero de los casos, un equipo de la Universidad Northwestern, en Chicago, ha transfomado células madre embrionarias en un tipo de neuronas que quedan eliminadas en las primeras fases del Alzheimer. La segunda de las investigaciones, dirigida por un grupo de la Universidad de Stanford, en California, ha partido de células madre dermatológicas para llegar, in vitro, a neuronas que replican las características de la enfermedad. Alzheimer Christopher Bissonnette, el autor principal del estudio publicado en Stem Cells, explica una nueva forma de reprogramación que permitirá lograr cantidades ilimitadas de neuronas, lo que optimizará el cribado farmacológico en Alzheimer y podría facilitar el futuro trasplante de estas nuevas neuronas en el cerebro de afectados. Los investigadores han transformado células madre embrionarias en neuronas colinérgicas mesencefálicas, un tipo celular que ayuda al hipocampo a mantener los recuerdos. En las primeras fases del Alzheimer lo que se pierde es la capacidad de recordar, no los recuerdos en sí, y aunque en el cerebro sólo hay una pequeña población de estas neuronas, su pérdida tiene un efecto devastador en la capacidad memorística del cerebro. Kessler ha demostrado que las neuronas generadas se comportan exactamente igual que las originales. Su grupo ha trasplantado las nuevas células en el hipocampo de ratones y ha comprobado su funcionalidad: producen axones y liberan acetilcolina, el neurotransmisor necesario para almacenar reuerdos específicamente en el hipocampo. Este trabajo puede verse complementado por otra de las investigaciones del grupo, aún no publicada, en la que Bissonnette ha descubierto una forma de lograr células madre pluripotenciales inducidas (iPS) partiendo de células dérmicas, para posteriormente transformarlas en neuronas. Parkinson Por su parte, la investigación publicada en Cell Stem Cell corresponde a un equipo de la Universidad Stanford coordinado por Reijo Pera. El trabajo tiene relación con los datos no publicados por Bissonnette, ya que se han derivado neuronas que imitan la neurodegeneración partiendo de la piel de una paciente afectada en este caso de una forma genética de Parkinson. El hallazgo de estas neuronas diseñadas para el estudio es básico para comprender mejor la enfermedad, ya que apenas hay modelos animales. Los autores destacan que es la primera vez que neuronas de un paciente muestran in vitro características de la enfermedad. ¿Problemas con las iPS? Al principio, el uso de iPS para generar nuevas neuronas que se pierden en las primeras fases del Parkinson resultó efectivo, demostrando funcionalidad. Pero entre uno y dos meses después del cultivo, el proceso se alteró, tal y como están demostrando varias investigaciones en los últimos meses: ciertas neuronas empezaron a producir estrés oxidativo y a expresar niveles de proteínas implicadas en cuerpos de Lewy. Los autores están investigando cómo proteger a las neuronas y analizando la posibilidad de obtenerlas partiendo de pacientes afectados de formas no genéticas del Parkinson. Verificar la pluripotenciaEn relación con la pluripotencia celular, un equipo del Centro de Psiquiatría Integrativa de Kiel, en Alemania, ha desarrollado un método para comprobar si una determinada línea celular humana puede ser pluripotente. Según publican hoy en Nature Methods, el hallazgo permite un mejor manejo y comprensión de líneas de células madre embrionarias y de pluripotencia inducida.Los autores, coordinados por Franz-Josef Müller, señalan que las células madre de modelo murino pueden analizarse en busca de capacidad pluripotente estudiando su capacidad para regenerar diversas regiones del cuerpo, una forma de actuar alejada de la ética en humanos. Para paliar esta barrera, Müller desvela un método bioinformático que se vale de librerías de patrones de expresión genética para diseñar un algoritmo que distingue entre células pluripotentes y no pluripotentes. La herramienta derivada, PluriTest, determina qué línea celular humana puede llegar a tener capacidad pluripotente. |
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