Una nueva satisfacción llega a los investigadores de la mano de la
proteína GDF11. Esta semana se van a publicar un estudio en la edición
digital de la revista Science que indica cómo esta proteína además de
recuperar las células cardíacas en ratones, mejora sus capacidades
intelectuales. Se han realizado varios estudios en la Universidad de
Harvard y se ha llegado a importantes conclusiones: inyectaron la
proteína GDF11 a ratones de edad avanzada y descubrieron que estos
ratones recobraron algunas capacidades que habían perdido debido al
envejecimiento, como por ejemplo el olfato.
La proteína GDF11 se encuentra en sus niveles más óptimos en la etapa de juventud, por ello, los seres humanos son más fuertes y más ágiles mentalmente en esta etapa de su vida. Los estudios indican que en animales, esta proteína restaura funciones del cerebro que se pierden con el envejecimiento. Una recuperación parecido podría darse también en los músculos. Todavía queda mucho por estudiar y por investigar pero se abre una amplia puerta hacia un futuro más saludable.
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