"No sólo el estado de salud mental predice los hábitos de salud dental de una persona. Podría ser también que esos hábitos influyan en la aparición o no de la demencia", dijo Annlia Paganini-Hill, de University of California y a cargo del estudio.
La inflamación que producen las bacterias causantes de la enfermedad de las encías (gingivitis) predispone a una gran cantidad de trastornos, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, y diabetes.
Algunos estudios han sugerido asimismo que las personas con Alzheimer -la forma más común de demencia- tienen una mayor concentración de aquellas bacterias en el cerebro que una persona sin Alzheimer, según indicó Paganini-Hill.
Explicó que las bacterias periodontales llegarían al cerebro, donde causarían inflamación y daño cerebral.
Durante el estudio, el equipo de Paganini-Hill siguió a 5468 residentes de una comunidad de jubilados de California entre 1992 y el 2010, principalmente blancos, con educación y un buen ingreso. Al inicio del estudio, los participantes tenían entre 52 y 105 años (81 en promedio).
Ninguno tenía demencia y todos respondieron sobre sus hábitos de salud dental, el estado de sus dientes, y si usaban dentaduras postizas.
Tras un seguimiento de 18 años, el equipo determinó a través de entrevistas, historias clínicas y, en algunos casos, el certificado de defunción, que a 1145 se les había diagnosticado demencia.
De las 78 mujeres que en 1992 habían respondido que se cepillaban los dientes menos de una vez por día 21 tenían demencia en el 2010, o una de cada 3,7 mujeres.
En comparación, entre las que se cepillaban los dientes por lo menos una vez por día cerca de una cada 4,5 mujeres desarrollaron demencia, lo que se traduce en un 65 por ciento más de posibilidades de desarrollar demencia en las mujeres que no se cepillan los dientes todos los días.
En los hombres, el efecto no fue tan grande: uno de cada seis que no se cepillaba los dientes diariamente desarrolló demencia, lo que se traduce en un 22 por ciento más de riesgo de padecer la enfermedad que en los participantes que se cepillaban los dientes todos los días.
Sin embargo, esa diferencia es estadísticamente tan estrecha que podría atribuirse al azar.
Sí surgió una diferencia estadísticamente significativa entre los hombres con todos, o por lo menos la mayoría, de los dientes o que usaban dentadura postiza y los que no lo hacían. Este último grupo tenía el doble de riesgo de desarrollar demencia. Esto no sucedió en las mujeres.
La hipótesis de Paginini-Hill es que, quizás, las mujeres utilizan las dentaduras postizas más que los hombres y consultan al odontólogo con más frecuencia que ellos.
Por ahora, los resultados publicados en Journal of the American Geriatrics Society no prueban que la mala salud dental cause demencia. Aun así, el estudio "es el primero sobre los efectos de hábitos como el cepillado o el uso de hilo dental", dijo la doctora Amber Watts, que investiga las causas de la demencia en University of Kansas y no participó del estudio.
FUENTE: Journal of the American Geriatrics Society, online 2 de agosto del 2012. (Editado por Lucila Sigal)
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