Neurocientíficos estadounidenses descubren cómo una serie de neuronas reacciona al reconocimiento de los rostros humanos a partir de registros cerebrales de pacientes neuroquirúrgicos. El reconocimiento de los rostros es una herramienta fundamental para las interacciones sociales entre los seres humanos; sin la capacidad de leer otras caras y sus expresiones sería difícil distinguir a los amigos de los extraños a primera vista, y no podríamos distinguir una persona triste de una feliz.
Ahora, neurocientíficos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), con la ayuda de colaboradores del Huntington Memorial Hospital en Pasadena y el hospital Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto una respuesta novedosa a los rostros humanos a partir de la observación de registros neuronales del cerebro de pacientes neuroquirúrgicos.
El hallazgo, descrito en la revista Current Biology, identifica la respuesta de una serie de neuronas ante el hecho de que el paciente vea una cara completa, y observa, asismimo, que la respuesta es menor ante un rostro del que ha sido borrada una región.
"Este descubrimiento nos ha sorprendido", dice el doctor Ueli Rutishauser de Caltech, primer autor del artículo. "Las neuronas", añade, "responden bien a imágenes de caras completas, pero cuando se les muestra sólo una parte del rostro, responden cada vez menos según se les van mostrando más partes de esa cara; resulta contraintuitivo".
Las neuronas estudiadas se encuentran en una región del cerebro llamada amígdala, conocida por su importancia para el procesamiento de las emociones. Con los resultados del estudio, se fortalece la teoría de que la amígdala tiene también un papel en el procesamiento y el aprendizaje de los estímulos sociales, como el reconocimiento de caras. Aunque otros investigadores han descrito anteriormente la respuesta neuronal de la amígdala a los rostros, este nuevo estudio aporta el dato de que las neuronas necesitan encontrarse con una cara completa para ofrecer una respuesta adecuada.
"Nuestra interpretación de este efecto, en principio desconcertante, es que el cerebro se preocupa por la representación de un rostro completo, y es muy sensible a cualquier anomalía de las caras, como por ejemplo la falta de una parte", explica Ralph Adolphs, coautor principal del estudio y profesor de psicología, neurociencia y biología en Caltech. "Se trata probablemente de un importante mecanismo para evitar confundir una persona con otra".
El equipo registró las respuestas neuronales de participantes humanos que estaban en espera de cirugía para tratar ataques epilépticos resistentes a los medicamentos. Como parte de la preparación para la cirugía, los pacientes tenían electrodos implantados en sus lóbulos temporales, el área del cerebro donde se encuentra la amígdala. Mediante el uso de electrodos especiales clínicos, los investigadores pudieron observar cómo se activaban las neuronas individuales cuando los participantes observaban imágenes de rostros completos o parciales.
El equipo planea estudiar, en el futuro, cómo estas mismas neuronas responden a estímulos emocionales. Este trabajo, junto con los resultados del estudio actual, podría ser muy valioso para la comprensión de una variedad de enfermedades psiquiátricas, como los trastornos del humor y el autismo.
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