El uruguayo Mauro Costa-Mattioli (Ph.D., University of Nantes, France, 2002)descubrió que la memoria de los ratones crece al inhibir una molécula, lo que promete ser revolucionario en humanos
"La aplicación de este estudio va a cambiar al mundo”, dijo el investigador uruguayo Mauro Costa-Mattioli por teléfono, desde el laboratorio que dirige en el Baylor College of Medicine de Texas, Estados Unidos. Y aunque su afirmación suene exagerada, no lo es.
El descubrimiento que Costa-Mattioli publicó como principal responsable el jueves pasado en la revista especializada Cell, podría solucionar con una simple inyección o una pastilla el problema de pérdida de memoria que tienen las personas con alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. También podría mejorar la capacidad de aprendizaje e, incluso, ayudar a sustituir los malos recuerdos.
Todo esto se lograría gracias a una molécula llamada PKR, o mejor dicho, gracias a su ausencia. Mediante el trabajo con ratones, los investigadores hallaron que cuando se inhibe esta molécula, aumenta la actividad cerebral y, en consecuencia, genera un incremento en la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Estos ratones con supermemoria fueron generados de dos formas. Por un lado, mediante la alteración de su genoma, es decir, creando animales transgénicos que nacieran ya sin PKR. Y, por otra parte, inyectándoles a animales normales una droga que bloquea las funciones de dicha molécula.
Como resultado, los ratones lograron reaccionar más rápido ante algo que antes les había provocado miedo y se orientaron con mayor agilidad en un determinado espacio. Por ejemplo, el camino que a los ratones “normales” les llevaba varias pasadas memorizar, ellos lo aprendían en un solo recorrido.
“Nosotros aprendemos por repetición, eso es lo que excita las neuronas”, explicó Costa-Mattioli. La ausencia de la molécula PKR generaría de por sí una sobreexcitación de las células del cerebro que llevaría a acortar los tiempos de aprendizaje y a prolongar la memoria.
De igual forma, al no funcionar esta molécula, sería más fácil “generar una memoria buena arriba de otra mala”, dijo el investigador de 36 años nacido en Tala. Esto sería particularmente importante en casos como de soldados con stress post traumático, ejemplificó.
La PKR no fue descubierta por los científicos del Baylor College of Medicine, sino que solo se conocía su rol inmunológico, como protectora contra enfermedades virales.
A los avances alcanzados hasta el momento en ratones, ahora deberán seguirles los estudios clínicos en humanos y el desarrollo de un producto para vender en el mercado como inyectable o pastilla. Por lo pronto, Costa-Mattioli, que lleva 10 años investigando en neurociencias, se consideró satisfecho con estos logros y afirmó: “Lo prometido se ha vuelto realidad”.
El descubrimiento que Costa-Mattioli publicó como principal responsable el jueves pasado en la revista especializada Cell, podría solucionar con una simple inyección o una pastilla el problema de pérdida de memoria que tienen las personas con alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. También podría mejorar la capacidad de aprendizaje e, incluso, ayudar a sustituir los malos recuerdos.
Todo esto se lograría gracias a una molécula llamada PKR, o mejor dicho, gracias a su ausencia. Mediante el trabajo con ratones, los investigadores hallaron que cuando se inhibe esta molécula, aumenta la actividad cerebral y, en consecuencia, genera un incremento en la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Estos ratones con supermemoria fueron generados de dos formas. Por un lado, mediante la alteración de su genoma, es decir, creando animales transgénicos que nacieran ya sin PKR. Y, por otra parte, inyectándoles a animales normales una droga que bloquea las funciones de dicha molécula.
Como resultado, los ratones lograron reaccionar más rápido ante algo que antes les había provocado miedo y se orientaron con mayor agilidad en un determinado espacio. Por ejemplo, el camino que a los ratones “normales” les llevaba varias pasadas memorizar, ellos lo aprendían en un solo recorrido.
“Nosotros aprendemos por repetición, eso es lo que excita las neuronas”, explicó Costa-Mattioli. La ausencia de la molécula PKR generaría de por sí una sobreexcitación de las células del cerebro que llevaría a acortar los tiempos de aprendizaje y a prolongar la memoria.
De igual forma, al no funcionar esta molécula, sería más fácil “generar una memoria buena arriba de otra mala”, dijo el investigador de 36 años nacido en Tala. Esto sería particularmente importante en casos como de soldados con stress post traumático, ejemplificó.
La PKR no fue descubierta por los científicos del Baylor College of Medicine, sino que solo se conocía su rol inmunológico, como protectora contra enfermedades virales.
A los avances alcanzados hasta el momento en ratones, ahora deberán seguirles los estudios clínicos en humanos y el desarrollo de un producto para vender en el mercado como inyectable o pastilla. Por lo pronto, Costa-Mattioli, que lleva 10 años investigando en neurociencias, se consideró satisfecho con estos logros y afirmó: “Lo prometido se ha vuelto realidad”.
Genios epilépticos
Los ratones a los que se les inhibe la molécula PKR genéticamente o a través de una inyección en la panza se ven normales, pero observados a través de un electroencéfalograma, sus neuronas están sobreexcitadas. Es como si estuvieran teniendo un ataque de epilepsia, pero sin las convulsiones. Según explicó Costa-Mattioli, existe una impresión negativa de la palabra seizure (“convulsión”), cuando en realidad el término designa un grupo de neuronas que están siendo excitadas de forma sincronizada. Grandes genios de la historia como Fiódor Dostoyevski y Leonardo Da Vinci desarrollaron epilepsia en sus vidas, por lo que “quizás este estudio se acercaría al hallazgo de un gen de la inteligencia”, dijo el investigador.http://www.observador.com.uy/noticia/214956/una-inyeccion-para-la-supermemoria/
Cómo funciona la memoria
Costa-Mattioli explicó a Tecno que la "Memoria, o capacidad de recordar información, es el proceso por el cual el conocimiento es codifificado, guardado y más tarde recordado. Según cómo se la guarde y se recuerde la información la memoria puede ser dividida en Explícita e Implícita. Memorias explícitas son memorias de eventos que ocurrieron en el mundo externo. La información guardada de una manera explícita es aquella asociada a eventos específicos que ocurrieron en un tiempo y lugar determinado. De esta manera, las asociaciones son creadas con estímulos y experiencias previas y la memoria puede ser recordada. En particular este tipo de memoria depende del lobo temporal. Las memorias implícitas son necesarias para llevar a cabo eventos, tareas o producir un tipo especifico de memoria. La memoria implícita es activa cuando el funcionamiento para llevar a cabo una tarea es mejorado. Este tipo de memoria ocurre a través de la activación de los sistemas motores y sensitivos necesarios para llevar acabo una tarea determinada. Estudios en memoria y neuroplasticidad apoyan la hipótesis de que la consolidación de la memoria a largo plazo es dependiente del tiempo. Dos tipos de memorias pueden ser definidas: a) memorias a corto plazo, estas no requieren la expresión de genes y generalmente duran corto tiempo (segundos, minutos) y b) memorias a largo plazo que duran más tiempo (horas, días, años), requieren la expresión génica y conexiones sinápticas persistentes".http://www.elpais.com.uy/suple/tecno/07/05/18/sptecno_281417.asp
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