viernes, 23 de mayo de 2014

Disolventes en el lugar de trabajo con problemas de memoria y de pensamiento a largo plazo

Un nuevo estudio realizado con personas jubiladas que trabajaron en una compañía eléctrica en Francia descubre que los que se expusieron a disolventes y al benceno en el trabajo (incluso décadas antes) tenían más probabilidades de obtener una peor puntuación en las pruebas de memoria y de pensamiento.
Los hallazgos no confirman directamente que las sustancias químicas dañaran las facultades mentales de los antiguos trabajadores, y no quedó claro si los que tenían más problemas de pensamiento se enfrentaban a más problemas en su vida cotidiana.
Pero la investigación sí señala un daño potencial a partir de esas sustancias químicas, afirmó la autora principal del estudio, Erika Sabbath, investigadora de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard. "Las personas que fueron expuestas en gran medida tienden a tener un peor rendimiento o a ser más lentos en ciertas tareas cognitivas que las personas que no se expusieron", señaló.
Los disolventes se usan para disolver otras sustancias. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., se usan en la fabricación de productos que van desde las pinturas y los pegamentos a la ropa, plásticos, productos farmacéuticos y otros. Se cree que algunos, como el benceno, provocan cáncer.
En el cerebro, "los disolventes son absorbidos por los tejidos y provocan dificultades para realizar tareas cognitivas, como la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento", dijo Sabbath.
Para realizar el nuevo estudio, que fue publicado el 13 de mayo en la revista Neurology, los investigadores realizaron un seguimiento a 2,143 personas jubiladas que habían trabajado en la compañía eléctrica nacional francesa Electricite de France-Gaz de France. Los participantes, cuya edad promedio era de 66 años, participaron en 8 pruebas de las facultades de memoria y pensamiento en 2010, aproximadamente 10 años después de haberse jubilado.
El 33 por ciento se había expuesto a disolventes clorados en el trabajo, el 26 por ciento al benceno y el 25 por ciento a disolventes derivados del petróleo.
Los que habían sido expuestos a los niveles más altos de disolventes tenían un riesgo de entre un 18 y un 54 por ciento mayor de obtener una mala puntuación en las pruebas de pensamiento en comparación con los que no se habían expuesto, hallaron los investigadores. Las pruebas, dijo Sabbath, midieron cosas como el cambiar de tarea, hacer conexiones y el "procesamiento mental".
Los que fueron expuestos a las sustancias químicas más recientemente obtuvieron unos peores resultados en una variedad de áreas medidas por las pruebas, añadió Sabbath, e indicó que el hallazgo supuso un descubrimiento nuevo en esta área de investigación.
Pero, también señaló que "en las personas que se expusieron mucho entre 30 y 50 años antes de hacer las pruebas, pero no desde entonces, los efectos se mantuvieron. No desaparecieron".
Es posible que las sustancias químicas no tengan nada o tengan poco que ver con las diferencias en las facultades mentales detectadas entre los trabajadores de los estudios. Sin embargo, los investigadores informan que las diferencias persistieron incluso después de haber tenido en cuenta factores como los niveles de educación.
El Dr. Daniel Teitelbaum, profesor adjunto de salud laboral y ambiental en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Colorado, dijo que los hallazgos del estudio encajan con décadas de investigación sobre los riesgos de que los trabajadores que han sido expuestos a estas sustancias químicas sufran problemas de pensamiento. Los peligros "han sido obvios para las personas que trabajan en toxicología de la medicina laboral, pero la industria se ha defendido rotundamente", indicó.
La tasa más alta de los problemas de pensamiento es importante, añadió, porque provoca un perjuicio mental a las personas que envejecen cuando ya tienen una tendencia a que el pensamiento se deteriore.
¿Qué se puede hacer? Sabbath dijo que las sustancias químicas son habituales en los lugares de trabajo estadounidenses, apareciendo en entre el 12 y 13 por ciento de ellas. "Dado que cosas como la demencia y el Alzheimer están en aumento y no se conoce ninguna cura, es importante que evitemos los problemas cognitivos", señaló. "Póngase un respirador si trabaja con alguna de estas sustancias químicas o use versiones más seguras de pintura o de disolvente de pintura".
Las regulaciones son las mejores maneras de evitar los problemas, añadió, pero el "nivel de exposición máxima permitido en la actualidad podría ser demasiado alto para proteger completamente a los trabajadores. Esto hace responsables a las empresas de la protección de los trabajadores o bien eliminando la exposición del todo, o bien, si no pueden eliminarla, proporcionando el equipo protector adecuado a los trabajadores y fomentando su uso".
FUENTES: Erika Sabbath, ScD, research fellow, Harvard School of Public Health, Boston; Daniel Teitelbaum, M.D., adjunct professor of occupational and environmental health, University of Colorado, School of Public Health, Denver; May 13, 2014, Neurology

Exceso y la falta de sueño se vinculan con problemas de la memoria en las mujeres mayores

Las personas mayores que duermen muy poco o demasiado en la mediana edad o después están en mayor riesgo de problemas de memoria, al igual que aquellas cuyos hábitos de sueño cambiaron con el tiempo, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores observaron a más de 15,000 mujeres a partir de los 70 años que participaron en un gran estudio de profesionales de la salud. Las mujeres estaban libres de depresión y accidente cerebrovascular cuando se sometieron a la evaluación inicial.
Las participantes que dormían cinco horas o menos, o nueve horas o más, al día (ya fuera en la mediana edad o más adelante) tenían una peor memoria que las que dormían siete horas al día. La diferencia en la memoria fue equivalente a casi dos años adicionales de edad, apuntaron los investigadores.
Las mujeres cuya duración de sueño cambió en más de dos horas por noche con el tiempo tenían una memoria peor que las que no tuvieron cambios en el sueño, según el estudio, que aparece en la edición del 1 de mayo de la revista Journal of the American Geriatrics Society.
"Dada la importancia de conservar la memoria hasta la edad avanzada, es esencial identificar factores modificables, como los hábitos de sueño, que podrían ayudar a alcanzar esa meta", planteó en un comunicado de prensa del Hospital Brigham and Women's la autora del estudio, Elizabeth Devore, quien trabaja en el hospital, en Boston.
"Nuestros hallazgos sugieren que dormir durante un tiempo 'promedio' de siete horas al día podría ayudar a mantener la memoria más adelante en la vida, y que las intervenciones clínicas basadas en la terapia del sueño se deben examinar para la prevención del deterioro [mental]", añadió.
El estudio amplía "nuestro conocimiento sobre cómo el sueño afecta a la memoria. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y explorar los mecanismos subyacentes posibles de estas asociaciones", concluyó Devore.
Aunque el estudio halló una asociación entre la duración del sueño en la mediana edad y la vejez y la función de la memoria de las mujeres mayores, no probó causalidad.
FUENTE: Brigham and Women's Hospital, news release, May 1, 2014

Variación del Alzheimer podría pasarse por alto

Muchos pacientes con un subtipo recién identificado de la enfermedad de Alzheimer son diagnosticados de forma errónea y no reciben un tratamiento adecuado, informan unos investigadores.
Analizaron los cerebros de más de 1,800 pacientes de Alzheimer, y hallaron que el 11 por ciento de ellos sufrían de este subtipo, conocido como "enfermedad de Alzheimer que no afecta al hipocampo".
Unos 5.2 millones de estadounidenses sufren de Alzheimer, lo que significa que casi 600,000 de ellos podrían tener esta variante de la enfermedad, según el equipo de la Clínica Mayo, en Florida.
El estudio fue presentado el jueves en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology), en Filadelfia.
Las personas con Alzheimer que no afecta al hipocampo tienden a ser hombres y contraen la enfermedad a una edad mucho más temprana que otros pacientes de Alzheimer, halló el estudio. Los síntomas de este subtipo con frecuencia son muy distintos de los de la forma más común de la enfermedad, que afecta al hipocampo, el centro de memoria del cerebro.
Los síntomas del Alzheimer que no afecta al hipocampo incluyen problemas conductuales como rabietas frecuentes y a veces iracundas, problemas de la visión, y la sensación de que sus extremidades no les pertenecen y que son controladas por una fuerza "alienígena" no identificable, señalaron los investigadores de la Mayo.
Esos pacientes también experimentan un declive mucho más rápido que los que sufren de la forma más común del Alzheimer, halló el estudio.
"Pero muchos de esos pacientes tienen memorias que son casi normales, así que los médicos con frecuencia les diagnostican con una variedad de afecciones que no encajan con la neuropatología subyacente", comentó en un comunicado de prensa de la Mayo la autora del estudio, Melissa Murray, profesora asistente de neurociencias.
"Lo trágico es que estos pacientes con frecuencia se diagnostican mal, y tenemos nueva evidencia que sugiere que los fármacos que ahora están en el mercado para el Alzheimer funcionarían mejor en los pacientes con enfermedad que no afecta al hipocampo, posiblemente mejor de lo que funcionan en la forma común de la enfermedad", añadió.
Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

FUENTE: Mayo Clinic, news release, May 1, 2014

Problemas del pensamiento y la memoria con los bloqueos en la arteria del cuello

El bloqueo de la arteria carótida del cuello parece aumentar las probabilidades de problemas con la memoria y el pensamiento, indica un estudio reciente.
Los investigadores dijeron que sus hallazgos sugieren que quizá se necesite un tratamiento más agresivo para las personas con esta afección, que es provocada por una acumulación de placa en la arteria.
El estudio se presentará el miércoles en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology, AAN), en Filadelfia.
"Hasta la fecha, el enfoque del diagnóstico y la gestión de los bloqueos de la arteria carótida ha sido la prevención del accidente cerebrovascular (ACV), ya que se creía que ese era el único daño que esos bloqueos causaban en los pacientes", apuntó en un comunicado de prensa de la AAN el Dr. Brajesh Lal, del Centro Médico VA de Baltimore y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
"Esos resultados subrayan la importancia de evaluar el estado de la memoria y el pensamiento de las personas con estrechamiento de la arteria carótida", añadió Lal.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron a 67 personas con estrechamiento de la carótida, o estenosis, asintomático. En esos participantes, el diámetro de su arteria se había reducido a la mitad. El estudio también incluyó a 60 personas que no tenían bloqueo de la carótida pero sí factores de riesgo, como diabetes, hipertensión, colesterol alto en sangre y enfermedad de la arteria coronaria.
Los investigadores evaluaron la capacidad de pensamiento de los participantes, examinando su velocidad de procesamiento, aprendizaje, memoria, toma de decisiones y lenguaje.
Hallaron que a los participantes con bloqueo de la carótida les iba mucho peor en las pruebas de pensamiento. También puntuaron más bajo en las evaluaciones motoras y de velocidad del procesamiento, además de en las pruebas de aprendizaje y de memoria. Los investigadores dijeron que las puntuaciones de lenguaje no difirieron entre los dos grupos de participantes.
"Si estos hallazgos se confirman en estudios más grandes, plantean implicaciones significativas para nuevos objetivos de tratamiento, y abren la puerta a más dudas, como si se debería tratar a estos pacientes más agresivamente con medicamentos, rehabilitación cognitiva, o incluso cirugía para abrir la arteria", señaló Lal en un comunicado de prensa de la asociación.
Dijo que anticipa estudios de seguimiento que busquen las causas y las mejores opciones de tratamiento.
Los datos y conclusiones presentados en reuniones normalmente son considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
FUENTE: American Academy of Neurology, news release, April 21, 2014.

: La RISA ------ > Una ayuda para la memoria de los mayores

El humor y la risa podrían ayudar a combatir la pérdida de la memoria en los adultos mayores, sugiere un estudio reciente.
Investigaciones previas han hallado que la hormona del estrés, el cortisol, podría dañar la memoria y la capacidad de aprendizaje en los adultos mayores. Este nuevo estudio examinó si la risa podría reducir el daño provocado por el cortisol.
Los investigadores mostraron un video humorístico de 20 minutos a un grupo de personas mayores sanas y a un grupo de personas mayores con diabetes. Se comparó a esos grupos con un grupo de adultos mayores que no vieron el video.
Los dos grupos que vieron el video gracioso mostraron unas reducciones significativas en los niveles de cortisol, y unas mayores mejoras en las pruebas de memoria, en comparación con el grupo que no vio el video. Los del grupo de diabetes mostraron la mayor reducción en los niveles de cortisol, mientras que los del grupo sano obtuvieron la mayor mejora en las pruebas de memoria.
El estudio fue presentado el domingo en la reunión de Biología Experimental en San Diego. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
"Es sencillo: mientras menos estrés tenga, mejor será su memoria", señaló en un comunicado de prensa de la Federación de Sociedades Americanas de Biología Experimental (Federation of American Societies for Experimental Biology) uno de los autores del estudio, Lee Berk. "El humor reduce las hormonas nocivas del estrés, como la cortisona, que reducen el número de [neuronas] de la memoria, reduce la presión arterial, aumenta el flujo sanguíneo y mejora el estado de ánimo. El acto de reír (o simplemente de disfrutar del humor) aumenta la liberación de endorfinas y dopamina en el cerebro, lo que provee una sensación de placer y recompensa".
"Esos cambios neuroquímicos positivos y beneficiosos, a su vez, hacen que el sistema inmunitario funcione mejor", añadió Berk. "Incluso hay cambios en la actividad de las ondas del cerebro hacia lo que se conoce como 'banda de frecuencia de las ondas gamma', que también mejoran la memoria y la capacidad de recordar. Así que resulta que la risa no solo es buena medicina, sino que también mejora la memoria y la calidad de vida".
Los hallazgos podrían usarse para diseñar programas de bienestar para las personas mayores, según el autor del estudio, el Dr. Gurinder Singh Bains. Tanto Berk como Bains trabajan en la Universidad de Loma Linda, en California.
El estudio no probó que el humor compense por la pérdida de memoria, solo halló una asociación entre ambas cosas.

FUENTE: Federation of American Societies for Experimental Biology, news release, April 27, 2014

Variante genética podría duplicar el riesgo de Alzheimer para las mujeres

Tener una copia de una cierta variación genética aumenta el riesgo de las mujeres de Alzheimer mucho más que el de los hombres, según indica un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Stanford analizaron los datos de más de 8,000 personas, la mayoría mayores de 60 años, a los que se realizó un seguimiento durante un largo periodo de tiempo en aproximadamente 30 centros especializados en Alzheimer de Estados Unidos.
En general, tener una copia de la variante genética ApoE4 aumentó el riesgo de Alzheimer. Pero un análisis con mayor profundidad mostró que las mujeres con una copia de esta variante genética tenían aproximadamente el doble de probabilidades de contraer Alzheimer que las que no tenían dicha variante. Los hombres con la variante ApoE4 tenían solo un riesgo ligeramente más alto de Alzheimer, según el estudio de la edición del 14 de abril de la revista Annals of Neurology.
Los hallazgos podrían ayudar a mejorar la comprensión de las causas subyacentes del Alzheimer, según el autor principal del estudio, el Dr. Michael Greicius, profesor asistente de neurología y ciencias neurológicas, y director médico del Centro para los Trastornos de la Memoria de la Universidad de Stanford.
Greicius señaló que las mujeres son mucho más propensas que los hombres a contraer Alzheimer, y que esta diferencia solo se debe parcialmente al hecho de que las mujeres tienden a vivir más tiempo que los hombres.
"Incluso después de tomar en cuenta la edad, las mujeres parecían tener un riesgo más alto", dijo Greicius en un comunicado de prensa de la Universidad de Stanford.
Los hallazgos también sugieren que los médicos necesitan plantear diferentes métodos cuando tratan con mujeres y con hombres.
"Estos días, a muchas personas se les realiza un genotipo [una prueba genética] o bien en la clínica o bien comercialmente. Las personas vienen a mí y me dicen: 'Tengo un gen ApoE4, ¿qué tengo que hacer?'. Si esa persona es un hombre, yo le diría que eso no aumenta mucho su riesgo, si es que lo aumenta. Si es una mujer, mi consejo sería diferente", indicó Greicius.
Entre 5 y 6 millones de estadounidenses tienen Alzheimer, y esa cifra podría ser más del doble a mitad de siglo, según los expertos.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare FUENTE: Stanford University, news release, April 14, 2014

Un trabajo que estimule su mente puede ayudarle a mantener su agudeza mental al jubilarse

Los trabajos que hacen un buen uso de su intelecto podrían tener otro beneficio para usted: una agudeza mental mayor después de jubilarse.
Las personas con trabajos que requieren la resolución de problemas, la planificación y el análisis de la información parecen ser más propensas a mantener una memoria clara y un raciocinio agudizado a medida que envejecen, afirmó la autora del estudio, Gwen Fisher, profesora asistente de psicología en la Universidad Estatal de Colorado.
"Las personas que realizaban trabajos caracterizados como desafiantes para la mente obtuvieron mejores puntuaciones en una medición de la habilidad cognitiva [de pensamiento], antes y después de haberse jubilado", dijo Fisher.
Los trabajos que podrían fomentar la facultad mental de una persona en un momento posterior de la vida incluyen "cualquier trabajo en el que se tenga que recoger mucha información y sintetizarla", señaló.
Los abogados, los analistas financieros, los profesores y los médicos obtienen los beneficios, y también los gestores de proyectos que cada día ejercitan su mente realizando al mismo tiempo múltiples tareas y guiando a muchos empleados, dijo Fisher.
En el otro lado del espectro están los trabajos que implican una labor repetitiva sin mucha variedad o complejidad, como un trabajo en una línea de producción, indicó.
En el estudio, Fisher y sus colaboradores analizaron los datos de casi 4,200 participantes en el Estudio de salud y jubilación, una encuesta financiada por el gobierno federal realizada por la Universidad de Michigan que realiza un seguimiento a personas de a partir de 51 años antes y después de su jubilación.
Se vuelve a entrevistar a los participantes cada dos años, y las preguntas incluyen mediciones de las demandas mentales de sus trabajos: analizar datos, desarrollar objetivos y estrategias, tomar decisiones, resolver problemas, evaluar información y pensar de forma creativa. La encuesta también evaluó las habilidades de memoria y de razonamiento.
Las personas con las que contó este estudio fueron entrevistadas unas 8 veces entre 1992 y 2010. Trabajaban en una gran variedad de trabajos y en promedio habían sido empleados en el mismo tipo de trabajo durante más de 25 años antes de jubilarse.
Los investigadores hallaron que las personas que tenían trabajos con unas mayores demandas mentales tenían más probabilidades de tener una memoria mejor antes de jubilarse y un deterioro más lento de la memoria tras jubilarse, en comparación con las personas con trabajos que eran menos estimulantes mentalmente.
Las diferencias en la memoria en el momento de la jubilación no eran grandes, pero terminaron por duplicarse después de 15 años tras el momento de la jubilación, incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta factores como la educación, la salud y el estatus económico.
Los autores del estudio hallaron unos resultados similares cuando observaron las preguntas empleadas para evaluar la discapacidad mental y la demencia. A los 15 años de la jubilación, las personas con trabajos que resultan desafiantes mentalmente obtuvieron puntuaciones que fueron más de un 50 por ciento mejores que las personas con trabajos menos exigentes.
Los hallazgos aparecen publicados en línea recientemente en la revista Journal of Occupational Health Psychology.
Este nuevo estudio se suma a la cantidad creciente de evidencias que sugieren que las personas que quieren mantener la salud de su cerebro tras la jubilación han de empezar a ejercitar sus músculos mentales en un momento anterior de su vida, afirmó Keith Fargo, director de programas científicos y alcance de la Asociación de Alzheimer (Alzheimer's Association)
"Encaja perfectamente con otras cosas que hemos observado, en que la mediana edad es el momento en que las personas realmente han de prestar atención a su salud mental", dijo Fargo.
Hay un par de teorías de por qué los trabajos que suponen un reto para la mente podrían ayudar a preservar más tarde la capacidad cerebral, señaló Fisher, la autora del estudio.
Al ejercitar más el cerebro, una persona podría terminar creando más neuronas durante sus años de trabajo, explicó. En un momento posterior de la vida, cuando la edad empiece a hacerse notar, tendrán más capacidad mental y cualquier pérdida de neuronas supondrá un daño menor para su memoria y su razonamiento.
También está la hipótesis de "lo que no se usa se pierde". "De forma muy parecida a los músculos de nuestro cuerpo, si usa el cerebro, lo fortalece, y si no, puede atrofiarse", dijo Fisher.
Pero no todo el mundo puede tener un trabajo que sea un reto para la mente. Para usar una cita de la película "Caddyshack": "El mundo también necesita personas que construyan zanjas". ¿Estas personas tienen mala suerte?
No necesariamente, afirman los dos expertos.
"Hay todo tipo de cosas que puede hacer para mantener su actividad mental en la mediana edad, fuera del trabajo", comentó Fargo.
Leer, jugar a juegos, ser voluntario para la caridad, socializar con amigos, hacer cursos y unirse a un club de lectura son actividades que cualquiera puede llevar a cabo para mantener activos sus cerebros y ejercitarlos bien, convinieron Fisher y Fargo.
Tales actividades extracurriculares podrían haber influenciado los hallazgos de estudio, añadió Fisher, y comentó que la nueva investigación no establece una relación de causalidad entre las exigencias del trabajo mental y la pérdida de memoria o de la habilidad de pensamiento tras la jubilación.
"Lo que personas hacen fuera del trabajo podría ser también un factor", dijo Fisher. "Algunas personas podrían ser muy activas en sus aficiones y otras actividades que son mentalmente estimulantes y exigentes, y otras no".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare ES: Gwen Fisher, assistant professor of psychology, Colorado State University, and faculty associate, Institute for Social Research, University of Michigan; Keith Fargo, Ph.D., director of scientific programs and outreach, Alzheimer's Association; March 17, 2014, Journal of Occupational Health Psychology, online